miércoles, 20 de agosto de 2008

RESUMEN DEL TALLER SOBRE LA MENOPAUSIA






Taller: “La Morada de la Sabia”
Dictado por Martha Restrepo y Lea Zusmanovith

Ecoaldea La Atlántida, 29 de junio de 2008


IV Encuentro de Mujeres: Las Medicinas de la Tierra

“En algunas comunidades indígenas, se pensaba que las mujeres después de la menopausia retenían su sangre sabia, en lugar de expulsarla síquicamente y por lo tanto se les consideraba más poderosas que una mujer que menstruaba. En esas culturas, una mujer no podía ser chamana mientras no hubiera pasado la menopausia.”

“En las culturas celtas, la joven doncella se considera la flor, la madre el fruto y la mujer mayor la semilla: esa parte que contiene el conocimiento y el potencial de todas las demás partes. El papel de la mujer pos menopausica es continuar adelante y volver a sembrar la comunidad con su semilla concentrada de verdad y sabiduría”.

“Como sea que la llamemos, ninguna otra fase de la mujer ofrece tantas posibilidades de comprensión y exploración del poder femenino. Al menos, si la mujer es capaz de abrirse camino en medio de la negatividad cultural que ha rodeado la menopausia durante siglos”.

“A semejanza de la electricidad, la menstruación y el flujo y reflujo de la energía constituyen una corriente alterna. Durante la menopausia, el flujo de la energía adquiere la intensidad y uniformidad de una corriente continua. Estamos cargadas de energía hasta el punto que nos hemos abierto a la sabiduría de la Sabia.” Cita?


MARTHA RESTREPO

La Menopausia: ciclo de apertura a la Sabia Interior


La menopausia como mal inventado por la cultura

Martha inicia su charla poniendo en cuestión las mentiras más comúnmente creídas alrededor de la menopausia, las cuales se constituyen en estrategias de de mercadeo y publicidad de las industrias farmacéuticas:

Es una carencia, y por lo tanto una enfermedad.
Estrategia para la venta de productos como el PREMARIN y los estrógenos, hoy ya muy cuestionados, especialmente el primero por estar compuesto de orina de yegua.

Con la menopausia se disminuye la libido.
Hay estadísticas que dicen que el 50% de las mujeres en la menopausia no experimentan ningún cambio al respecto pero el otro 5’% sí, y muchas de ellas lo viven dramáticamente. Las causas no son la pérdida de hormonas a nivel de los ovarios, pues hay otras partes del organismo que comienzan a producirlas como por ejemplo las glándulas suprarrenales, la piel o la grasa; no obstante, éstas se dejan de producir cuando hay agotamiento, estrés, depresión, estados que responden muchas veces a los cambios que experimentan muchas mujeres durantes esta edad, relacionados por ejemplo con que la independencia de los hijos, o que las mujeres se encuentren haciendo balance de su vida… o que de pronto estén cuidando de algún mayor enfermo. El estrés es pues uno de los principales factores que hace que las suprarrenales se agoten, lo cual se agudiza cuando condicionamos nuestro organismo dándole una orden a nuestras glándulas hormonales cuando asumimos que a los 50 empieza la menopausia. Sin embargo, estas mismas glándulas tienen la capacidad (como información que reside en nuestro código genético) de regenerarse permanentemente.

Si nuestro promedio de vida es de 80 años, significa que los 50 es una edad primaveral, sobre todo porque no tenemos porqué estar pendientes de la reproducción.

Se pierde la densidad ósea.
Las estadísticas dicen que las mujeres hemos perdido un 50% de la masa ósea antes de entrar a la menopausia. En ello inciden factores como la falta de ejercicio físico, el alto consumo de café y azúcar (la cual contiene una carga de fosfatos que roba minerales y vitaminas al cuerpo) y otros aspectos de la nutrición y estilos de vida.

Se pierde la memoria.
El hecho de que no logremos concentrarnos en hacer las cuentas, o en cosas concretas, asociadas con el hemisferio derecho y el mundo masculino nos sucede a las mujeres por ciclos, como por ejemplo después de alumbrar un niño. No obstante, según la Medicina Tradicional China, la memoria de lo que se olvida no se necesita porque es una forma del cuerpo decirle a uno que necesita cortar con ese pasado y cambiar de ritmo, de enfoque en cosas que nos agobiaron y cuyo recuerdo no nos permite seguir creciendo. El olvido lo podemos tomar como un llamado a ser más creativas, inventivas.

Se acompaña de depresión y mal genio.
De acuerdo con las estadísticas, tienden a ser más depresivas las mujeres jóvenes que las que están en la menopausia.

Hay desecamiento vaginal y general, pérdida del cabello, y se sufren sofocos.
Todos los anteriores son efectos secundarios de la descompensación hormonal. Con respecto a los sofocos, las estadísticas muestran que el 85% sí los experimenta.

Las curas o los contras.

Para estimular la producción hormonal cuya deficiencia genera algunos de los efectos atrás descritos, se recomienda, ante todo, que aprendamos a oír nuestro propio cuerpo y de acuerdo con ello, que tengamos presentes estas opciones:

Tomar soya o alguna otra bebida de sus derivados, pues producen un estrógeno muy parecido al natural que quitan estos efectos, especialmente los sofocos. Un vaso de soya al día, es suficiente (Se recomienda la marca de soya en pastillas Nacional Fresing, la Riboflavina, fito-estrógenos de soya, Ñame salvaje de México y en forma de crema Wild Weis).
Tomar una cucharadita diaria de polen.
Tomar bebida de ajonjolí, como fuente de calcio (se dejan remojando dos cucharadas de un día para otro y luego se licua).
Tomar hormonas de sustitución natural DEA (es una hormona que estimula la producción de otras) y el Estradiol, las cuales se consiguen en tiendas naturistas, y son producidas por la marca Millenium Natural System. Estas se toman sólo cuando las suprarrenales están desgastadas y se presentan algunos de los síntomas descritos y no durante más de tres meses para no hacer que las suprarrenales se vuelvan perezosas.
Tomar extractos de Ginseng siberiano, Cimífuga, Diente de León y el Don Kuay.
Para la sequedad de la piel, se recomienda la sábila, en jugo o como fruta.
Hacer ejercicio aeróbico y anaeróbico (pesitas), sin abusar.
Tener una alimentación balanceada.
Tener rutinas de meditación.
Realizarse terapias de acupuntura (u otras terapias como la china que utiliza la mogsa que penetra 700 grados Celsius al cuerpo sin quemar, con la idea de transformar, y que se hace en luna nueva, cada mes, para bajar sofocos; o la terapia neural – con procaína- que usa la medicina biológica).


LEA ZUSMANOVITH

El Ciclo de la Madera para las mujeres o la edad de la “Sabia”

El Cuerpo humano: Microcosmos reflejo del Macrocosmos

Para Lea, asumir cualquiera de los prejuicios culturales sobre la menopausia, nos hace cortar con toda conexión con el universo y nuestra esencia natural de estar en permanente renovación, nuestra capacidad de reproducción y regeneración, y en esa medida de ser inmortales.

Ella explica que según la Medicina Natural China, el ser humano es un Espíritu Conformado o Biograma Ling



Cada trazo encarna un concepto relacionado con la vida:

Somos inmortales
El amor
La solidaridad

El ser humano fuego es el que maneja la energía espiritual sensible, la energía sexual como potencia generativa, creativa, que sirve para mover todas nuestras relaciones en el mundo. Como cuerpos calientes tenemos un fuego interno con el que permanentemente estamos cocinando diferentes platos.

La energía espiritual sensible es la manifestación del ser en el universo y en el ser humano se expresa en las siguientes etapas:

Reproductora.
Placentera.
De enamoramiento.
Inmortalidad.

Al atravesar la secuencia de cada una de las anteriores etapas no envejecemos sino que mutamos. Estancarse en una de esas etapas es negarse a cambiar, es negar que seamos inmortales en la medida en que tenemos la capacidad y necesidad de constantemente morir y renacer.

Los 5 Elementos, los 5 Septenios

El Universo esta constituido por 5 elementos o reinos mutantes cada uno de los cuales permanece en una etapa diferente y la interacción del conjunto posibilita una regulación de la vida. Para comprender el sentido de cada una y el conjunto de todas, es necesario entender que tal como es en el cosmos, es en el ser humano. Es por ello que los terapeutas de la medicina tradicional china, no dan un concepto científico, social o cultural del estado de salud del paciente, sino una solución universal, que parte de comprender que estamos constituidos de 5 elementos:

El Agua: En este elemento esta depositada toda la información del ser y sus mutaciones. Las diferentes formas o estados que adquiere el agua en el planeta se manifiestan también dentro de nosotros.
En una etapa de agua, debemos saber cómo el agua esta en el universo: es transparente, pura, fluye, es materia prima para que la semilla crezca, no escoge a quien da de beber.

La Madera: que contiene el viento, posee la capacidad de transportar la semilla; el viento nos comunica con el universo. En la madera se deposita la decisión de la vida, de mover, caminar, estar.

El Fuego: durante esta etapa este elemento está en su máxima expresión, en la pasión, el amor, en la creación. Cuando quema, convierte en ceniza el fruto y esta ceniza va a la tierra.

• La Tierra: encarna la capacidad de sembrar la semilla escogida. Durante el ciclo de la tierra ya podemos sembrar. Toda la sabiduría esta contenida en la vejez.

El Metal o El Mineral: los secretos se condensan para hacer alquimia, producir algo nuevo, y obtener diamantes y joyas preciosas. Toda esta capacidad del metal esta en el reino mutante.

Las mujeres inician un ciclo cada siete años, mientras que los hombres lo hacen cada 8:

Primer ciclo: Agua
De 0 a los 7 años, de los 35 a los 42, y de los 70 a los 77.

Segundo: Madera
De los 7 a los 14, de los 42 a los 49, y de los 77 a los 84.

Tercero: Fuego
De los 14 a los 21, de los 49 a los 56, y de los 84 a los 91.

Cuarto: Tierra
De los 21 a los 28, de los 56 a los 63, y de los 91 a los 98.

Quinto: Metal
De los 28 a los 35, y de los 63 a los 70.


La menopausia coincide con el ciclo de la madera ( o del fuego? o entre ambos?) donde se expresa la potencialidad de mover, de expandir como el viento la sabiduría interna que viene del agua; la capacidad de convertirla en llama y no en sofocos.

Fluir con el agua, manteniendo viva la llama

Cuando durante este periodo de la mujer, se presentan síntomas de deficiencias hormonales, debemos entender esto como una forma del cuerpo de comunicarnos que nos estamos estancando en una etapa, que no queremos vivir las mutaciones naturales que corresponden a nuestra esencia vital. Por ello, vale recordar el dicho que reza “de la comodidad huye la bestia” pues cuando estamos más cómodos, es cuando menos estamos dispuestos o impulsados a cambiar, y por ende cuando mayor riesgo tenemos de estancarnos: ello explicaría que si nos paralizamos durante el ciclo de la madera, se comiencen a quebrar nuestros huesos, nuestra estructura, la cuál necesitamos sólo si hemos de movernos.


También muchas mujeres occidentales nos estancamos por exceso de trabajo, por falta de trabajo, por andar encuevadas, por no tener una ilusión o proyección de futuro.
Y junto con nosotras, se paralizan nuestras relaciones: Así como somos cuerpos en permanente transformación, nuestras relaciones también deberían mutar. Cuando llevamos una relación larga y no aceptamos, ni adaptamos niveles diferentes de mutación, llega un momento por ejemplo en el que el sexo ya no es interesante y aparece la sequedad.

Así que somos 80% agua, pero dependiendo de cómo manejemos el líquido vital dentro de nosotras y en nuestras relaciones en interacción con nuestro fuego interno, depende nuestra mutación. Quien controla el fuego es el agua. Cuando este control no se hace, la madera hace que el agua se transforme en fuego en un simple paso. Si nuestro fuego es tanto que quema, se nos evapora rápido, y envejecemos, tenemos problemas, aparecen los síntomas asociados a la menopausia. Pero cuando regulamos el fuego, es decir, nuestros sentimientos, nuestra relación con el entorno, nuestros conceptos, nuestra capacidad de reflexionar, nuestra capacidad de adaptación, nos transformamos: Por ejemplo, si tenemos rabia, muchas veces sentimos calor adentro porque estamos consumiendo nuestra agua; pero si nos tomamos tiempo para entender lo que pasó, perdonar, y dejar fluir, de esa manera haremos que nuestra agua no se evapore rápidamente. De igual forma, mucha sexualidad sin un objetivo es también una forma de consumir agua, sin transformación; excederse haciendo ejercicio físico es también una forma de consumir nuestra agua. Así mismo, el manejo de la respiración permite que el fuego no se avive de forma alterada.
No olvidemos que el cuerpo es como un microcosmos y que para saber cómo curarnos o mantener una buena salud, basta con observar la naturaleza y sus ciclos de regulación: un exceso de calor en nuestro planeta esta evaporando los mares; un fuego que nos quema, nos deshidrata, nos envejece y no nos permite mutar y de esta forma devenir inmortales.

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